Acreedores demandan a dos frigoríficos
Quedan 700 trabajadores al borde del despido.
Un grupo de acreedores de los frigoríficos Rondatel y Lorsinal, localizados en Rosario y en la zona rural de Montevideo, respectivamente, pertenecientes al grupo Sundiro Holding, ha interpuesto una demanda judicial para recuperar las deudas pendientes. Esta situación podría llevar a la empresa a la insolvencia a corto plazo y a solicitar un concurso de acreedores. La actividad en ambas plantas ha estado paralizada durante un año, lo que ha afectado a unos 700 trabajadores, así como a ganaderos y otros proveedores.
“Ahora estamos esperando el fallo judicial” dijo a Diario La R Martín Cardozo, presidente de la Federación Obrera de la Industria de la Carne y Afines (Foica), tras la reunión tripartita y adelantó que si el fallo es contra la empresa, “su posición es que van a apelar esta solicitud porque entienden que no es el camino a transitar ya que se trata de un momento coyuntural y financiero que se encuentran atravesando”. En la tripartita, el Ministerio de Trabajo y Seguridad Social (Mtss) confirmó que los trabajadores seguirán recibiendo el beneficio del seguro de desempleo, pero el mismo será extendido como máximo hasta diciembre de este año.
“Esa era nuestra preocupación”, afirma Cardozo porque la última prórroga en el seguro de paro de los trabajadores vencía en setiembre. El Ministerio ha ido otorgando las prórrogas “pero esto obviamente va a en función de la realidad de la empresa” afirma el dirigente sindical quien agrega: “Si la empresa tiene perspectivas a corto largo plazo a arrancar, si va a mantener los puestos de trabajo y qué tiempo le va a llevar la reactivación de la fuente laboral”, son variables que serán tomadas en cuenta para continuar o no con las extensiones en el seguro de paro por parte del Mtss. En el entorno sindical, se considera que hay “un consenso general de esperanza” en cuanto a encontrar una solución que permita la reactivación de las plantas, pero “sin dudas también hay mucho desánimo por cada noticia que sale que son cada vez más negativas”. “Si la empresa de acá a diciembre no muestra señal de reactivar sus plantas acá en Uruguay, difícilmente se le siga extendiendo el seguro y eso va a ser un problemón porque los trabajadores van a quedar en calidad de despido”, dijo Cardozo a La R.
En las comunidades donde se encuentran los frigoríficos, se vive un ambiente de desánimo, aunque también existe una esperanza moderada ante la posibilidad de que un inversor adquiera las instalaciones, asuma el control y se logre la recuperación de los puestos de trabajo.
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