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Comisión especial niega pensión reparatoria a un militante comunista que colaboró con la dictadura

Fleming Julio Gallo fue detenido, colaboró con los militares y ahora está prófugo. Igual tramitó la pensión para presos políticos.



La Comisión Especial Ley 18.033, encargada de definir las Pensiones Reparatorias para los presos políticos de la última dictadura, negó mediante resolución la Pensión Reparatoria, al ex militante de la Unión de Juventudes Comunistas, Fleming Julio Gallo, quien está prófugo de la Justicia.


Gallo reside en España, y se lo acusa de haber participado, tras ser detenido por los militares, en 29 asesinatos. Fue apresado en el año 1976, a partir de ese momento comenzó a actuar como delator y torturador del cuerpo de Fusileros Navales, dependiente de la Armada Nacional, al menos hasta el año 1980. Posteriromente se fue a España dónde fue detenido, pero no se concedió su extradición a Uruguay.


Desde España, Gallo solicitó la Pensión Especial Reparatoria (PER) amparándose en el artículo 11 de la ley de Pensiones Especiales Reparatorias para presos políticos, alegando haber estado procesado por la justicia militar entre abril de 1976 y octubre de 1979, y nuevamente entre febrero de 1980 y octubre de 1982. En este marco, la Asociación de ex presas y presos políticos, Crysol, presentó un recurso afirmando que Julio Gallo había sido colaborador del régimen militar, lo que llevó a la Comisión a determinar que no cumplía con los requisitos para recibir la pensión solicitada.


Esto se dió luego de que el Ministerio de Trabajo y Seguridad Social pidiera información a la Fiscal de Corte (subrrogante), Mónica Ferrero, quien informó que Gallo tiene una orden de captura emitida por la Fiscalía especializada en Crímenes de Lesa Humanidad por su participación en múltiples causas. “Fleming tuvo el desparpajo de presentarse ante la Comisión Especial” dijo el presidente de Crysol, Gastón Grisoni al ser consultado por Diario La R.


Para Grisoni, la solicitud del devenido en represor demuestra ”su desprecio a la justicia de la cual se mantiene prófugo y del menosprecio a las autoridades que tienen la responsabilidad de implementar dicha ley”, enfatizó. Aprobada en el año 2006, la ley reparatoria significó según Grisoni “un inmenso logro de las víctimas del terrorismo de Estado en el marco de los compromisos del Estado uruguayo en cuanto a las normas internacionales de Ddhh”.  Con cifras que oscilan entre los 5.000 mil y 7.500, Uruguay tuvo el mayor número per cápita de presos políticos del mundo durante la última dictadura civil-militar; de estos aproximadamente 3.500 recibieron el beneficio de la pensión reparatoria.


En la actualidad, son unas 1.750 personas quienes perciben la PER, una indemnización equivalente a 8,5 BPC (Base de Prestaciones y Contribuciones), aproximadamente $ 50.000 mensuales.


El prófugo

Fleming Gallo fue detenido por miembros del FUSNA,  a principios de 1976 en el marco de la represión desencadenada contra el Partido Comunista, Operación Morgan y, según sus propias declaraciones, comenzó de manera inmediata a colaborar con sus captores transformándose, él mismo, en un  feroz represor. Fue procesado formalmente por la justicia militar, que acuerdo a lo expresado por Grisoni a La R, se trató “seguramente de un acto ficticio, para encubrir y blindar su accionar como agente encubierto al servicio de la dictadura”. Según la sentencia que condenó al dictador Gregorio Alvarez y a Juan Carlos Larcebeau por su responsabilidad en más de 30 homicidios especialmente agravados, Fleming Julio Gallo formó parte de un grupo de tareas llamado «La computadora». Este grupo operaba dentro de la estructura del S2 (interrogador de inteligencia) del centro de Fusileros Navales, FUSNA y se dedicaba al procesamiento de información obtenida de operativos y actas de interrogatorios bajo tortura a detenidos.


El documento establece que en este grupo «participaron activamente los detenidos Fleming Julio Gallo Sconamiglio y Roberto Patrone Belderrain, los que ordenaban la información, confeccionaban fichas de cada detenido o requerido, mecanografiaban y también interrogaban y salían al exterior a colaborar en procedimientos”. De acuerdo a la sentencia estos detenidos tenían “cierta autonomía para manejarse y sometían tanto a hombres como mujeres detenidos a tratos degradantes».


Según se informa en el proyecto “Sitios de Memoria Uruguay”, Gallo es mencionado en al menos tres causas judiciales por delitos de lesa humanidad, desempeñando un rol represivo destacado y participando en la identificación y tortura de sus ex compañeros y compañeras de militancia: Vera, Jorge y otros (impulsada por el grupo «Colectivo de denunciantes de 2011»), Mariana Felártigas Arigón, su denuncia (impulsada por el grupo «Colectivo de denunciantes de 2011») y Albacete, Daniel y otros. Operación Morgan (impulsada por Crysol en 2011).

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